07-08.10.2014.
Tabakalera-Cristina Enea, Donostia/San Sebastián
Arquitectura: lenguajes fílmicos: Denak Denonak (Omnia sunt communia)
Chabolas, coreas y maketos.
Fecha: 7 y 8 de octubre, 2014.
Lugar: Tabakalera; Cristina Enea.
Participan: María García Ruíz, Rafael Giménez (Asociación Gitana por el Futuro de Gipuzkoa/AGIFUGI), Pedro G. Romero.
Chabolas, coreas y maketos forma parte de Máquinas de vivir. Flamenco y arquitectura en la ocupación y desocupación de espacios, un proyecto de Pedro G. Romero con María García Ruiz y Antonio Marín Márquez para la Plataforma Independiente de Estudios Flamencos Modernos y Contemporáneos-PIE.FMC.
Arquitectura: lenguajes fílmicos es un proyecto dirigido, coordinado y producido por BNV Producciones, Fundación Cristina Enea, Fundación DSS2016 y Tabakalera con la colaboración de Delegación de Gipuzkoa del COAVN, Escuela Técnica Superior Arquitectura San Sebastián (EHU-UPV).
Link al evento en la web de Tabakalera.
Programa completo en PDF.
Máquinas de vivir*: Chabolas, coreas y maketos**.
Es curioso que los “gitanos”, que ni son un pueblo ni tienen una lengua común, sean, tantas veces, un referente para experiencias y experimentos que intentan renovar la idea de comunidad. Por ejemplo, entre los primeros falansterios encontramos los de Scaieni, en Rumanía, o El Tempul, en Cádiz, que convocaban de distinta manera sus prácticas sociales con el común. Nos referimos a los “gitanos” en el sentido de flamencos, de zíngaros, de bohemios, en fin, de gypsies y no sólo como romaníes, sean calés, kalderash o sintis. Giorgio Agamben ha señalado que es esa brecha –en este sentido, los gitanos son a la idea de pueblo lo que la jerga es a la idea de lengua- la que nos permite poner en crisis, por ejemplo, sistemas políticos que identifican, de una vez, lengua, pueblo y nación.
Los tres documentales que mostramos –Gitanos sin romancero, 1976, de Llorenç Soler; Bellvitge! Bellvitge!, 1979, de Julián Álvarez; La ciudad es nuestra, 1974, de Tino Calabuig y Miguel Ángel Condor- abundan en esa mirada retrospectiva. Sean para gitanos, andaluces o mercheros, las propuestas habitacionales de la arquitectura asistencial durante el desarrollismo tardofranquista se enfrentaban con resistencias y formas de comunidad novedosas que les costaba institucionalizar. Los tres films son muy críticos con el régimen –un capitalismo autoritario con muchos ecos para nuestro presente- y utilizan el flamenco –no sólo la música si no el flamenco como “hecho social total”- en un amplio sentido: por un lado, como expresión de protesta profundamente política; por otro, en un sistema que permite, a la vez, mantener lazos con la comunidades de procedencia y recombinarse para adaptarse y hacer habitable el nuevo espacio en que les ha tocado vivir.
* Máquinas de vivir. Flamenco y arquitectura en la ocupación y desocupación de espacios, es un proyecto de Pedro G. Romero con María García Ruiz y Antonio Marín Márquez, impulsado por la Plataforma Independiente de Estudios flamencos Modernos y Contemoporáneos, www.pieflamenco.com.
**Chabola, voz euskera para cabaña; coreas, por la guerra de Corea, denominación de barrios inmigrantes en Euskadi durante los años 70’s; maketos, de la voz cántabra, el que se trae la casa a cuestas, termino despectivo, desde principios del siglo XX, para los emigrantes españoles en Euskadi.
Pedro G. Romero + Maria Garcia. Arkitektura: Film mintzairak from Tabakalera on Vimeo.
PROGRAMA
Mártes, 7 de octubre, 2014
19:00 h. – 22:00 h.
Lugar: Sukaldea, Duque de Mandas, 32 (Bajos de la Torre Atocha), 20002, Donostia-San Sebastián.
LA CIUDAD ES NUESTRA, 1974, Tino Calabuig
GITANOS SIN ROMANCERO, 1976, Llorenç Soler
BELLVITGE! BELLVITGE!, 1979, Julián Álvarez
PRESENTACIÓN: María García Ruíz y Pedro G. Romero.
PROYECCIONES:
Bellvitge, Bellvitge!, Julián Álvarez en el marco del Taller de Imagen del INB-3 con la colaboración de Video-Nou, 1979, 30 min.
Este documental es un retrato, quince años después de su nacimiento, del barrio de Bellvitge, a las afueras de Barcelona. A través de los paisajes urbanos, y de varios testimonios, se muestra la lucha que los vecinos tuvieron que llevar a cabo para conseguir equipamientos y espacios comunes, así como la complejidad del asentamiento en bloques verticales de una población cuyo origen era mayoritariamente rural. En este contexto el flamenco aparece entrelazado con esas resistencias, como articulación entre viejas y nuevas identidades comunitarias.
Gitanos sin Romancero, Llorenç Soler, 1976. 32 min.
Los arquitectos César Portela y Pascuala Campos construyen a mediados de los 70 unas viviendas para una comunidad de gitanos que habitaban en chabolas a las afueras de Pontevedra. El proyecto trata de no atentar contra los modos de vida de sus habitantes, optando por la construcción de unidades habitacionales separadas. El documental retrata este proyecto arquitectónico y expone un análisis de la comunidad de gitanos que habitan en él, así como de las problemáticas de la co-existencia entre modos de vida y de producción gitanos y no gitanos. Un flamenco, no naturalizado, aparece como elemento de autoconstrucción, herramienta identitaria del grupo.
La ciudad es nuestra, Tino Calabuig, 1975. 56 min.
El flamenco reivindicativo de los 70 es el background musical de este documental sobre los movimientos contestatarios de los barrios populares del cinturón de Madrid (Pozo del Tío Raimundo, Barrio del Pilar, Orcasitas, etc.), cuyas acciones principalmente iban encaminadas a mejorar las condiciones de vida de dichas poblaciones. El documental refleja el momento del surgimiento de las Asociaciones de Vecinos, que debido a la crisis de la representatividad de las clases populares en las instituciones del Estado, aparecen como organizaciones autónomas y representativas de la población de los barrios en los últimos años de la dictadura franquista.
Miércoles, 8 de octubre, 2014
10:00 h. – 14:00 h.
Lugar: Cristina Enea
. Duque de Mandas, 66, 20002, Donostia-San Sebastián.
PERSPECTIVAS COMUNES.
ENCUENTRO: María García Ruíz, Pedro G. Romero y Rafael Giménez de la Asociación Gitana por el Futuro de Gipuzkoa/AGIFUGI